Este año es el definitivo. Por fin lograrás esa meta que siempre te
pones, pero que nunca cumples. Sí, este año vas a dejar de fumar porque
aunque ya sabes que fumar incrementa el riesgo de desarrollar diferentes
tipos de cáncer como el de pulmón, labio, cavidad oral, esófago,
laringe, páncreas o vejiga; produce enfermedades cardíacas o pulmonares
como apoplejías, aneurismas de la aorta, asma e incluso cataratas… tú te
sigues engañando con tu frasecita de “puedo dejarlo cuando quiera”, pero la verdad es que tu adicción es más fuerte que tú.
Según
la Organización Mundial para la Salud (OMS), se estima que en la
actualidad existen en el mundo 1,300 millones de fumadores. El número de
víctimas mortales que se cobra el consumo de tabaco es de 5 millones al
año; de proseguir la pauta actual de consumo, esta mortalidad podría
llegar a duplicarse, pudiendo casi alcanzar los 10 millones para el año
2020.
Lo sabes, el tabaco es una epidemia mortal que puede
destrozar tu vida o la de tus seres queridos. Por eso te brindamos una
serie consejos alimenticios que te ayudarán a sobrellevar las ansias que
se van a producir una vez que digas NO al tabaco.
BEBE como si no hubiera mañana agua, jugos de frutas o leche.
Es importante eliminar la nicotina lo más rápido posible para que no
notes tanta ansiedad los primeros días en los que has cortado tu
relación con el tabaco. Es vital que por el momento dejes a un lado el
té, el café o el alcohol porque son sustancias que estimulan tu sistema
nervioso y te generan más ganas de fumar.
Vitamínate a través de frutas y verduras.
Así es, es muy importante que no olvides tener en tu cocina frutas con
alto contenido en Vitamina C, ya que la adicción al tabaco disminuye los
niveles de las vitaminas en tu cuerpo. El kiwi, que posee grandes
cantidades de vitamina C (98 miligramos cada 100 gramos), o la zanahoria
– que cuenta con vitamina C y B, y un gran contenido de vitamina A que
favorece a la protección de nuestros pulmones— pueden ser grandes
opciones cuando comiences a notar los primeros síntomas de ansiedad.
Deja a un lado las carnes rojas y consume más frijoles. Está
comprobado de manera científica que consumir abundante carne realza el
sabor del tabaco, lo que se traduce un consumo mucho mayor. Por el
contrario, las legumbres desmejoran el sabor del tabaco y estimulan el
tránsito intestinal ,ya que son ricas en fibra.
Permítete un capricho.
A muchas personas les funciona reemplazar el cigarro por algunos
antojos como el chocolate; y, a decir verdad, es mucho más beneficioso.
La única recomendación es no caer en excesos e incorporar el ejercicio a
tu rutina diaria. De esta manera dejarás de preocuparte por ganar peso,
al tiempo que dejas de fumar. Recuerda que mantener una dieta
equilibrada es imprescindible a la hora de dejar el cigarro.
Según la universidad de Durkein en Carolina del Norte, siempre hay que tener en la despensa los siguientes alimentos: leche desnatada, pan, fruta, lechuga, yogures desnatados, huevos, patatas, infusiones, soya, pasta, queso fresco y arroz.
Siempre
que tengas ganas de fumar recuerda que la OMS afirma que los
cigarrillos son un cóctel químico mortal: muchos de los productos de
tabaco de hoy han evolucionado durante décadas y siglos. Los cigarrillos
modernos de producción industrial multiplican el número de víctimas
mortales y ocultan su toxicidad con un humo más suave, menos visible y
menos oloroso, que los hace más atractivos y fáciles consumir en una
variedad de lugares.
El cigarrillo es realmente una fábrica de
productos químicos en miniatura, minuciosamente diseñada y fabricada de
acuerdo con cientos de especificaciones que incorpora características e
ingredientes amparados por patentes. Libera nicotina dentro de un rango
de dosis calculadas para maximizar su potencial de adicción. A pesar de
que algunas empresas de cigarrillos publican listas parciales de
ingredientes en sus sitios Web, no enumeran los numerosos ingredientes
del cigarrillo final que podría disuadir a muchas personas de fumarlo:
pesticidas residuales, herbicidas, fertilizantes, metales pesados,
arsénico, cianuro y otros tóxicos aumentan la peligrosidad. Descartar
todos estos ingredientes de tu sistema, valdrá la pena. ¡Ánimo!